En estos días que estamos en casa todo el tiempo, las horas pueden hacerse eternas sin nada que hacer, y más para los que no pueden hacer su trabajo desde el computador de forma remota, estos días pueden ser difíciles al no encontrar algo entretenido para hacer. Inclusive de ver tanta película y jugar tanto videojuegos uno se puede cansar, por lo que la imaginación juega un gran papel durante este estado de alarma.
El día a día ha dado un vuelco, pero son muchos quienes optan por intentar seguir la rutina de la forma en la que se pueda, para que el momento en el que todo regrese a la normalidad se haga lo más llevadero posible. Este el aporte de Juan Manuel, un estudiante de La Universidad Nacional y el cual podría servir como un buen ejemplo: «La verdad que creía que la cuarentena iba a afectarme más, pero sigo llevando una rutina lo que me ayuda a llevar mejor todo esto, todos los días por la mañana de lunes a viernes me levanto temprano para dar clases vía streaming, después hago la comida y descanso un poco. Por las tardes aprovecho para estudiar, jugar algún juego, hacer actividades en familia y pasar tiempo con mi pareja. Algunas noches hacemos videollamadas entre varios viejos amigos y hasta a veces me tomo unas cervecitas con ellos para salir un poco de la burbuja. Como tengo un pequeño perro que debo de sacar a una zona cercana ya que vivo en un edificio así los dos despejamos la mente en 3 paseos cortitos…», explica.
Otra persona que nos cuenta sobre su experiencia estos días de escolarización en casa, es María Elena ella dice: «Tengo dos niños de seis y ocho años. Nuestra rutina sigue siendo levantarnos a las siete, ducharnos, vestirnos, desayunar, y luego ha realizar nuestras actividades escolares». El comedor se transforma durante toda la mañana en un salón de clases y cada uno hace los deberes que mandan desde el cole o actividades para no perder el hilo. Por la tarde intentamos hacer diferentes juegos para que no se aburran y nos inventamos preparar una fiesta en el balcón … así que todos estamos esperando ansiosamente que sea ese tiempo para disfrutarlo», explica.
Y es que la hora de los aplausos se ha convertido también en una forma de sobrellevar este encierro en muchas comunidades de vecinos y de conciertos hermosos e improvisados de la Policía Nacional, Maria del Carmen cuenta cómo se vive desde su casa esta experiencia: «Hemos hecho hasta un grupo de whatsapp entre los vecinos de mi zona para preparar diferentes iniciativas para cada día. Un día se ponen canciones para los niños, otras para los mayores, e incluso los domingos hacemos una sesión de canto en vivo. También hemos pensado en hacer una fiesta de disfraces, y comer todos juntos en la calle cuando todo termine. La verdad es que cosas como esta hacen que esperes todo el día a que llegue la hora de salir a aplaudir», cuenta la señora.
Siguiendo la linea del agradecimiento al personal sanitario, hay quienes aprovechan su capacidad y tiempo libre para confeccionar material para los centros médicos. Es el caso de varios vecinos de un conocido barrio de la ciudad, que con conocimiento pleno del tema, que se han organizado a través de un grupo de Facebook y whatsapp para coser mascarillas y entregarlas en los centros en los que sean necesarias.
Algunos aprovechan estos días para realizar más actividades en familia, como es el caso de Marisela Londoño. «Nos turnamos para variar a diario de juego de mesa. Por ejemplo, jugamos a las cartas, parqués, dominó, Monopoly, o al Scrabble, para ejercitar la mente», explica. Para otros, esta cuarentena se ha transformado en la excusa perfecta para retomar viejas costumbres, o adquirir nuevos hábitos: volver a jugar mímica y tratar de olvidarnos de las redes sociales que nos están estresando tanto con el volumen de información. Hacer ejercicio a diario con ayuda de un videito, dietas, retomar hobbies como la pintura, la música o la lectura… de alguna forma u otra, esta pandemia ha funcionado como un principio de año, y todos tratamos de llevar a cabo nuestros propósitos.