A veces, incluso realizando ejercicio frecuente, los hombres descubren que sus músculos pectorales no responden de la manera deseada. Para algunos hombres que trabajan la musculatura de su cuerpo a través del ejercicio físico, resulta frustrante ver que, pese al entrenamiento y las rutinas con pesas, los músculos pectorales no se desarrollan como se desea. Para estos hombres, los implantes de pectorales pueden ser una alternativa excelente para formar y mejorar los músculos del pecho, lo cual contribuye a lograr un aspecto más definido y musculoso. La musculatura corporal bien proporcionada es símbolo de masculinidad.
Muchos hombres sienten que es casi imposible o prácticamente imposible, crear el desarrollo de pectorales que desean, incluso entrenando intensivamente. Esto ha conllevado a una gran demanda de implantes pectorales.
Algunos individuos presentan desarrollo muscular defectuoso del músculo pectoral y éste no crece de forma adecuada. Para estos pacientes con deformidades leves torácicas como pecho excavado y ausencia congénita de músculos pectorales, la colocación de implantes pectorales puede resultar útil para corregir estas deformidades.
En cualquiera de estos casos el paciente puede considerar la cirugía el paciente puede considerar la cirugía de implantes pectorales.
Los implantes pectorales están elaborados de un compuesto blando de gel de Silicona. Su consistencia es blanda y suave al tacto, pero proporciona una firmeza similar a la del músculo ejercitado.
La apariencia y la sensación al tacto de los implantes de pectorales son notablemente naturales; su colocación ha ayudado a muchos hombres a estar más seguros de sí mismos y sentirse más masculinos.
Actualmente existen implantes de distintas formas y tamaños que se adaptan al torso del paciente.
El objetivo de la intervención es conseguir un tórax lo más natural posible y que su imagen sea muy masculina. Los implantes se mantienen en su lugar con el músculo pectoral y la función muscular no se verá afectada.
La cirugía de implante de pectorales es, normalmente, un procedimiento ambulatorio que suele tardar entre una y dos horas. Puede usarse anestesia local, epidural con sedación o anestesia general.
Las incisiones se realizan en el pliegue de la axila. Luego, el cirujano crea una cavidad del tamaño suficiente para colocar los implantes de pectorales. Una vez que los implantes están en su lugar, el cirujano controla con cuidado la simetría y realiza los ajustes finales. A continuación, se cierra la incisión con suturas y se coloca una faja sobre la zona tratada.
En general, los pacientes presentan malestar leve a moderado después de la cirugía, lo que habitualmente se controla con analgésicos. Habitualmente, las actividades rutinarias pueden retomarse después de dos semanas de realizada la intervención, mientras que debe posponerse el ejercicio físico entre uno y dos meses.
Fuente original: clinicarenacimiento.com