A pesar de la importancia estética de las piernas, no se ha prestado mucha atención a una parte de ellas: las pantorrillas. Su falta de desarrollo crea un efecto antiestético creando formas que afean la figura. Además este defecto puede acentuar otros, por contraste, como el grosor de los muslos o las caderas. A veces el problema afecta a una sola pierna, debido a un traumatismo o la poliomielitis, y hace aún más evidente el defecto.
El remedio más eficaz es la colocación de prótesis para dar la forma y el volumen deseados a las pantorrillas.
Como en toda intervención quirúrgica, se requiere un examen preoperatorio del paciente para detectar cualquier posible anomalía que pudiera contraindicar la operación.
La intervención se realiza bajo anestesia epidural o general y dura aproximadamente 1 hora. El procedimiento consiste en realizar una incisión de cuatro centímetros de longitud cerca del pliegue posterior de la rodilla. Así se crea un bolsillo entre el vientre interno del músculo gemelo y su aponeurosis. Esto sirve para colocar en esta cavidad una prótesis adaptada a las necesidades de cada paciente. En este sentido hay que destacar que los implantes son específicos para cada zona anatómica.
Los resultados del aumento de pantorrillas son muy satisfactorios por su naturalidad. El paciente debe tener en cuenta que no es posible aumentar la zona de los tobillos.
Cualquier intervención quirúrgica está desaconsejada en caso de padecer alguna enfermedad que pueda interferir en el proceso quirúrgico o anestésico. Es importante no fumar o reducir el consumo de tabaco tres semanas antes y después de la intervención, ya que influye en la calidad de la cicatrización.
En la cirugía para aumento de volumen de las pantorrillas, los riesgos más graves pueden ser el cambio en la sensibilidad de la piel de las piernas, algo raro, pero posible, con pérdida temporal o permanente de la sensibilidad. También puede ser posible una alteración de la cicatriz, aunque resulta muy poco común. Otro de los riesgos es la extrusión del implante, algo posible si falta una capa adecuada de tejido o si se produce una infección. También se puede contemplar la posibilidad de que se lleve a cabo un desplazamiento del implante acompañado de una distorsión en la forma, otra posibilidad muy rara pero que significaría una segunda operación para corregirla. También, al igual que en las prótesis de mamas, puede producirse una contractura capsular o endurecimiento del tejido cicatricial alrededor de la prótesis pasado un tiempo.
Además se deben contemplar los riesgos inherentes a toda operación. Los principales son la aparición de infecciones postoperatorias y hemorragias y los relacionados con el uso de la anestesia.
A partir de los 18 años.
En general en nuestras redes sociales: instagram.com/ novacirugiaplastica.com o facebook/novacirugiaplastica.com , mostramos fotografías del "antes y después" para que se pueda hacer una idea aproximada. Es importante recordar que eso no te garantiza el mismo resultado ya que cada paciente es diferente y existen diversos factores que influyen en su efecto final.
No, las molestias son escasas.
El paciente se recupera progresivamente de forma que al cabo de una semana pueda caminar a un ritmo normal. Pasado este período, los puntos de sutura se retiran y la cicatriz queda reducida a una extensión de unos cuatro centímetros cerca del pliegue posterior de la rodilla. De todas formas, se aconseja utilizar medias elásticas de compresión durante tres semanas.
Únicamente andar. Al paciente se le dan pautas específicas: los primeros 15 días andar resulta dificultoso, por lo que tendrá que caminar más lentamente.
Sí, y son esenciales. El cuidado de la piel antes y después de la operación influirá notoriamente en el resultado final del aspecto de las cicatrices. Para ello, el cirujano recomienda lo más adecuado en cada caso ya que en la actualidad existen multitud de productos disponibles para ayudar a que la cicatrización sea rápida y las marcas mínimas.
Al día siguiente de la intervención pero protegiendo la cicatriz.
Un mes.
Una vez hayan transcurrido 30 días.
El masaje deportivo, al cabo de 30 días. En cuanto al masaje de drenaje linfático, inmediatamente después de la operación.
Transcurrido un mes desde la intervención.
Como antes de toda operación, la paciente debe abstenerse de ingerir aspirinas u otros anticoagulantes durante las tres semanas anteriores a la intervención. De todas formas, la preparación incluirá instrucciones específicas y una revisión de los medicamentos que se utilizan en cada caso.
Como es habitual tras toda intervención, se recetan antibióticos para prevenir la infección y analgésicos. También se receta un antiinflamatorio.
Si el trabajo no requiere esfuerzo físico o grandes desplazamientos, la paciente podrá realizar su vida cotidiana una vez transcurrida la primera semana.
Tendrían que concurrir circunstancias realmente extraordinarias, como un accidente.
Fuente original: planasday.com